Hace más de 14 años ejerzo la docencia, en el camino me he encontrado con
personas que han dejado huellas en mi quehacer pedagógico, maestros sabios que me enseñaron que el valor
de enseñar prima sobre los intereses personales, sobre la calidad de vida pues en ocasionas hay que adaptarse a
territorios inhóspitos, trochas, caminos
de herradura o zonas de difícil acceso , se renuncia al compromiso de ver los
hijos crecer, de levantarse cada mañana en aquella cama con las pocas comodidades que tal vez puedas
tener.
Casi todos los maestros hemos pasado por esas duras etapas pero en fin de
cuentas un peldaño casi obligatorio, una prueba de fe para demostrarse a sí mismo la
fortaleza en el arte de enseñar. Muchos decidieron quedarse en el
camino tal vez comprendiendo que su futuro no estaba allí y eso es más que
razonable por que quien en su vida no se ha equivocado?, hoy miran desde la
ventana otro paisaje tan distinto al nuestro ; rostros infantiles y juveniles que a diario enfrentamos con una
mirada franca y la sonrisa en los labios.
Cuando eres maestro, renuncias a muchas cosas, te vuelves esclavo de tu
propia filosofía y son horas eternas pensando en la clase de mañana y como hacerla interesante, un maestro quema mas neuronas
que ningún otro profesional, un maestro se desvela pensando en aquel estudiante
que aun no logra comprender, un maestro siente ganar el cielo cuando sus jóvenes
explotan en alguna sonora carcajada, un maestro siente morir cuando alguno de su pupilos no vuelve.
Transcurridos estos años he comprendido que ser maestro es algo más que
devengar un sueldo, ser maestro es un don, un legado más grande que cualquier
otro compromiso , saber que cientos de niños y niñas se aferran al conocimiento que como profesor
puedes impartir, es una sensación indescriptible , fuera de lo común , sabes que te escuchan,
que eres su ejemplo a tal punto que algunos de ellos tratan de imitar tus pasos…eso
es lo que nos hace grandes y la mayor recompensa es el fruto de esa comunión ,
el día que te da las gracias y emprende un nuevo camino.
Ser maestro es la mas grande de las profesiones y un buen maestro, mas que enseñar orienta, encamina, resuelve dudas ,una maestro se contagia de la curiosidad de sus estudiantes y comparte con ellos la aventura de aprender, asume el reto de lo novedoso y actualiza sus notas a sabiendas de que el mundo se transforma y el conocimiento evoluciona de una manera extraordinaria, no se rinde ante los fracasos y es obstinado frente a la amenaza de corruptos gobiernos y sistemas mediocres que poco o nada han hecho por la educación ,un maestro es el héroe de carne y hueso que sin capas , ni poderes lucha por sus pupilos en aras de un futuro mejor.
Con este sencillo escrito rindo homenaje a todos aquellos que fueron, son y
serán maestros, pues se necesita la humildad de Cristo, la paciencia del santo
Job, la gracia Chaplin, la voluntad de Gandhi, la genialidad de Einstein y la creatividad de spielberg. Tal
vez nadie note tanta grandeza pero estoy muy seguro que el pasar del tiempo tal
vez nuestros nombres no estén inscritos en los anales de la historia, pero
si habrán dejado huellas en aquellos y aquellas jóvenes, que el tiempo y la distancia nunca borraran.