Silente, calmada
como la noche serena
te encontré aun despierta ,
deliciosamente bella
arropabas tu ternura
con las formas de tu cuerpo
mientras tus labios incandescentes
daban rienda suelta al fuego
te mire una y mil veces
para envolverme en tu veneno
queriendo ser la piel
que forra tu inocencia
y de paso ser el dueño
de mil tardes de faena
cabalgando en tus deseos
en fin quise ser tantas cosas
mientras perdía la cabeza
en aquella tarde calurosa
de besos y condena.