Señor :
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la republica de Colombia
Cordial saludo:
Reciba un cordial saludo desde uno de los miles de colegios en el
que hoy 25 de Marzo de 2015 nos encontramos reunidos los maestros y directivos para hablar sobre
el día de la Excelencia en la educación , teniendo en cuenta que su visión es
diferente a la nuestra he optado por querer hacerle ver la realidad desde
nuestra perspectiva ,esa que ustedes difícilmente pueden avizorar desde la
comodidad de sus escritorios .
Cada mañana, somos testigos del entusiasmo con que llegan nuestros
niños y niñas a estudiar pero este poco apoco se esfuma, se torna sofocante,
aburrido por muchas razones que van desde el hacinamiento en las aulas( carentes de
luz y espacio con pupitres rígidos que han sido reparados cientos de veces e
incluso por generaciones ,de paredes sucias, casi tenebrosas sin un color
definido decoradas por el moho y la humedad), de ausencia de salones
especializados como artes, química, aulas de bilingüismo, salones de juegos y
suficientes canchas para el desarrollo de las actividades motrices , hasta de oratorias
y las expresiones teatrales. Es difícil señor Presidente mantenerlos contentos
las 6 o 6 horas y media que dura la jornada ,sumándole circunstancias que se
salen de nuestras manos como son los problemas intrafamiliares, pobreza
extrema o el trabajo infantil por ausencia de alguno de los padres.
Tal vez no lo sepa señor presidente pero muchas de las
obligaciones del estado las hemos suplido muchos docentes de manera anónima ;
sería extenso numerarlas y han sido recompensadas con una sonrisa o una mirada
de agradecimiento, nosotros como maestros nos encariñamos con nuestros
discípulos, les brindamos ese afecto que en ocasiones es trascendental y que en
realidad es el que nos mantiene vivos , con ganas de seguir adelante pese a las
adversidades de ese día a día que para muchas personas ajenas a la profesión incluso gobernantes es
relativamente “fácil “. Incluso en ocasiones ejercemos casi el rol de padres y
madres .
Hemos visto el sacrifico de muchos pequeños y jóvenes que se
desplazan largas horas a pie, de otros que incluso con alguna discapacidad no
renuncian a sus sueños de aprender. Testigos de excepción de cientos de
desertores que prefieren retirarse y dedicarse al trabajo con la fría excusa de
no querer volver a ese “encierro que parece todo menos colegio”.
Ustedes buscan afanosamente resultados , su desesperación se basa
en los bajos puntajes de las pruebas PISA, SABER, ICFES entre tantas otras ; pero
tal vez ,el no haber pisado esos colegios donde jamás los invitan los alcaldes
(ellos mismos sienten pena) ,no les deja ver la magnitud de un problema que
lleva décadas si solución y que para ser francos nos tiene hastiados,
decepcionados cuando vemos que le solucionan los problemas a todos los gremios
menos al nuestro y nuestros pupilos . Orgullosos
enarbolamos nuestra profesión como la mas importante de todas las profesiones
nos sentimos abandonados a nuestra suerte, no solo por nuestros ínfimos
salarios sino por la apatía con que cada gobierno suele distanciarse pero que
nos busca como primeros culpables cuando no se dan esos resultados numéricos ,
que difícilmente podrán encontrarse si se sigue por el camino equivocado .
Los maestros de Colombia queremos ser parte de esos nuevos
sistemas y no estamos de acuerdo con traer proyectos foráneos porque tenemos la
suficiente capacidad y conocimiento de causa para elaborar los nuestros
,incluso superando aquellos que pretenden copiar. Somos los maestros quienes
tenemos la facultad para cambiarle el rumbo a la educación .No deje esa gran
responsabilidad en asesores ajenos a la pedagogía. Si usted señor presidente
realmente quiere encontrara caminos de paz
comience por cambiarle la cara a la educación , fortalezca las
infraestructuras de nuestros pobres colegios , dótelos con el material
suficiente y actualizado para que se den los cambios que usted quiere pero eso
si , acuérdese también de la situación que vivimos los maestros colombianos .
Esta carta , señor presidente no pretende transmitirle lástima ;
solo buscamos que la educación tenga el respeto y lugar que se merece . Que en
vez de limosnas tengamos un reconocimiento digno como educadores y estudiantes,
parte fundamental de esta sociedad que necesita con urgencia de cambios
transcendentales y por fin podamos atesorar esa esquiva pero tan anhelada paz .
Cordialmente:
Uno de los miles de maestros de nuestra
amada Colombia.