En un rincón de la calle
Donde se confunden los olores
A drogas, sexo y muerte
Donde el aire es tan letal como el veneno
Donde no existen nombres
Tan solo alias y nns
Fumando espera, la impaciente
Lleva 2 cajetillas y unos tragos
Dopando así, caricias y desencantos
Para que el rato le sea indiferente
Su labor es tan miserable como su vida misma
Y su destino tan fugaz como su suerte.
Es una mujer de la vida
Le acusan cual delincuente
Condenada a los infiernos
Por quien presume de inocente
Ella tan solo es una dama
Que aun sueña, ama y siente.
Su figura no es la misma
Y en su alma oculta cicatrices
De aquellos años juveniles
Cuando un padre enloquecido
Le arrebato la inocencia
Y la ternura de sus quince abriles
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