miércoles, 28 de agosto de 2013

AYER Y HOY

La personas que nacimos entre los 60s, 70s y 80s, poseemos un sinnúmero de  riquezas que tal vez ninguna otra generación pueda presumir,  épocas de transición tan relevantes que marcaron un poco el carácter rebelde con causa, romántico y muy creativo, solo recordar la época dorada del rock, el reggae ( no confundir con reggaeton ), las baladas que si eran poemas cantados, la música del trópico y el vallenato auténtico, costumbrista ; cientos de canciones cómplices de nuestros primeros noviazgos. Los 3 mundiales seguidos de nuestra selección Colombia (Italia 90, USA 94, Francia 98 , el depender de tan solo un radio escuchando las aventuras, historias de ficción o terror , nos hacían viajar a lugares insospechados, exóticos e incluso escondernos debajo de la cama cuando el cuento era de miedo, gracias a los efectos de voz y sonido que con mucho ingenio preparaban esos actores que tan solo eran famosos por su voz pero que nunca conocimos .

Las audaces hazañas de nuestros ciclistas, para sorpresa de los jóvenes modernos el ciclismo era la pasión del parroquiano común que no despegaba su radio del oído  en horas y hacia miles de ademanes dependiendo de la suerte de esos héroes de antaño , el juego sano, el parqués, el dominó , escalera, congelado. la lleva, el escondite , las reuniones divertidas en las aceras de las galladas del barrio y el grito desesperado de nuestras madres llamándonos a comer mientras  terminaban las radionovelas de la tarde, las visitas obligadas a los vecinos “afortunados” que si tenían televisor para ver los super amigos, el primer casette con canciones mal grabadas que regalábamos a nuestras novias mientras una sus padres recelosos vigilaban cada uno de nuestros pasos, para ellas un canto al oído, una chocolatina, una carta eran el mejor detalle y si simple rose de sus manos era tocar el cielo imagine robarles un beso era apoteósico. 

la urbanidad enfocada en el respeto hacia los mayores, el vocabulario y las normas de cortesía eran la tarjeta de presentación en cualquier reunión y conquistaba mas que la simple apariencia, esa urbanidad que en ocasiones creció junto con la chancla, la correa o la simple caricia del ramito de  verbena en mínimas dosis 100% efectivas , años mas tarde bien agradecidas por los receptores; personas respetuosas y correctas hoy en día, hasta que a los estudiosos de los derechos se les ocurrió decir que cualquier observación, corrección, critica constructiva o en el peor de los casos, esa  pequeña "caricia" era un atentado contra el desarrollo de la libre personalidad, fue justo en ese momento cuando acaba el ayer...  

La verdad y con mucho respeto ,creo que es poco lo que hay que envidiarle a los adolescentes de hoy, nacieron en un mundo donde ya existe todo  y lo que viene tan solo son innovaciones , parte de su vida la pasan frente a un computador, con su smart phone, la tablet  casi siempre  perdiendo el tiempo (teniendo en cuenta que no investigan, no leen ,no profundizan ) los amigos se volvieron virtuales y aunque dicen ser cientos casi todos dan la espalda en ciertos momentos ,sus noviazgos son tan efímeros y cursis que dura más el amanecer de un nuevo día. Con el siglo moderno  se fueron las cartas de amor, las esquelas , una canción se dedica compartiendo el enlace y la moda es que tenga morbo, no tenga sentido y ni hablar de la letra , una separación antes era dolorosa , hoy  el reemplazo espera el aviso por imbox  o el mensaje de texto, los juegos callejeros  ya no son lo que antes eran y el sector oscuro de la cuadra  no es un buen comienzo y si  algún (a)  joven que se comporte con madurez lo (a) consideran  extraño (a), incluso del otro bando. 

Los 3,4  televisores en cada casa  dispersan esos instantes en familia , la programación mediocre  pobre y violenta los hace más dependientes pero con ganas de independizarse ignorando el significado de esta decisión  y estrellándose contra el mundo, volviendo a casa cual hijo prodigo , con el rabo entre las piernas , con bebé a bordo y la temida frase que ningún padre o madre  quiere escuchar : “me equivoqué” . El mundo moderno nos abrió las puertas del futuro pero está cerrando las de nuestro destino  y es entonces cuando  sale a flote esa frase tan sabia y tan diciente  que reza: “todo tiempo pasado fue mejor”, pienso al instante con un poco de ironía que debería ser todo lo contrario porque en fin de cuentas el futuro es de nuestros hijos, cosa que pareciera no importarles, al menos a la gran mayoría. porque el problema de esa gran mayoría de niños y adolescentes es que piensan que su juventud sera eterna. quizás  no sea tarde cuando reaccionen. 

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